Como la tradición ‘manda’, hay que dejarles algo de picar a los Reyes Magos y sus camellos. Así que, en la mesa que tengas en el salón, coloca una bandeja con unos vasos de leche y unas galletas. Además, al igual que los niños escriben una carta a los Reyes, deja una postal para que ellos puedan escribir cuando se han portado bien y en qué cosas deben mejorar el año que viene. De esta forma les hará mucha ilusión encontrar una carta escrita por ellos.
Por otra parte, cuando los más pequeños de la casa estén durmiendo, aprovecha para decorar el resto de la casa. Puedes distribuir globos y serpentinas, que son muy económicos, e incluso crear un camino con piruletas o chupachups hacia los regalos.
Por último, el carbón no puede faltar en la decoración para el día de Reyes, así que, colócalo cerca de los regalos para que puedan verlo. Pero no te olvides de poner algunas chocolatinas y chuches también, así compensarás el ‘castigo’ y verás como les hace casi tanta ilusión como los regalos que abran esa mañana. ¡Feliz día de Reyes!
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