Una media de tres kilos es, según Verónica Chazín, nutricionista y directora de Go Balance, lo que ganamos en Navidad, “fruto de las copiosas comidas y cenas así como de lo dulces característicos de esta época a los que es difícil resistirse”. Pero estos excesos no sólo se traducen en un aumento de peso, sino, como nos recuerda la experta, “en malas digestiones y en una mayor vulnerabilidad a los trastornos cardiovasculares”.
Para que este año te pase esto y puedas disfrutar de la Navidad sin culpas, sigue los must de la coach nutricional.
1-_Debemos intentar ser coherentes y saber diferenciar los días no festivos, y en estos volver a la correcta rutina alimentaria y a nuestro plan de actividad física”, recomienda. “Saltarnos nuestra rutina un día o dos a la semana y luego volver a nuestros hábitos no nos supondría nada, el problema es que estos excesos duren todos los días de este periodo”, explica.
2-_“Si finalmente la comida ha sido más copiosa de lo previsto podemos remediarlo con una cena ligera, una fruta y un par de yogures o una sopa y algo de pavo, si no ese mismo día, en los días posteriores”, recomienda la nutricionista.
3-“Teniendo en cuenta que no vamos a renunciar a nuestras comidas de Navidad en los días concretos y estas comidas somos conscientes que son algo más calóricas, intentaremos mantener ese equilibrio aumentando el gasto energético.”, dice. “Podemos intentar salir a andar, aumentar algo más la duración del deporte que practicamos habitualmente o si no, algo tan simple pero un gasto diario, como subir las escaleras al llegar a casa en lugar del ascensor”.
4-_Como dice la experta, “es algo muy habitual para intentar compensar la cena, la cual ya estoy dando por hecho que va a ser excesiva, comer prácticamente nada durante ese día y en algunos casos hasta saltarnos la comida, pero esto es, sin duda, un gran error”.
“Compensar un futuro exceso con un ayuno previo nos llevará a tener más hambre en el momento crítico y comeremos más cantidad de alimentos altamente calóricos para llenar el vacío producido en nuestro estomago tras todo el día”. “A su vez, esta ingesta tendrá una mayor asimilación, ya que el organismo se prepara para volver a estar horas seguidas sin comer y asimilará mucho más todo lo que comamos”, explica. Como recomienda Verónica Chazín, “el día de la fiesta y los días previos lo mejor es seguir con nuestra alimentación equilibrada y nuestras comidas habituales'.
5._“Hay que evitar el picoteo mientras estamos cocinando, ya que de esta forma no nos esperamos a comer estos manjares sólo en el momento de la cena ni nos reservamos el placer de disfrutarlos durante la celebración y en compañía de la gente”, dice la nutricionista. Para el aperitivo esta coach recomienda escoger aquellos alimentos que tengan menos calorías. “Si eres tu quien prepara la comida navideña apuesta por un aperitivo light a base de alimentos con pocas calorías como gambas, almejas, gulas... y evita aperitivos tipo embutidos ibéricos, chorizo, quesos en general, aceitunas... que aportan más calorías”, apunta.
6-_¿Repites de todo lo que hay o comes y saboreas lentamente, alargando el placer de cada bocado para no tener la necesidad de repetir? Ésta es la pregunta que nos hace Verónica Chazín, experta en coaching nutricional. “Comer despacio y masticando bien hará que tomes menos cantidad de alimento y que picotees menos, además de contribuir a una mejor digestión”, dice. “Aprovecha esta ocasión para conversar y disfrutar también de la compañía de los tuyos en lugar de centrar el placer únicamente en comer”, añade.
3-“Teniendo en cuenta que no vamos a renunciar a nuestras comidas de Navidad en los días concretos y estas comidas somos conscientes que son algo más calóricas, intentaremos mantener ese equilibrio aumentando el gasto energético.”, dice. “Podemos intentar salir a andar, aumentar algo más la duración del deporte que practicamos habitualmente o si no, algo tan simple pero un gasto diario, como subir las escaleras al llegar a casa en lugar del ascensor”.
4-_Como dice la experta, “es algo muy habitual para intentar compensar la cena, la cual ya estoy dando por hecho que va a ser excesiva, comer prácticamente nada durante ese día y en algunos casos hasta saltarnos la comida, pero esto es, sin duda, un gran error”.
“Compensar un futuro exceso con un ayuno previo nos llevará a tener más hambre en el momento crítico y comeremos más cantidad de alimentos altamente calóricos para llenar el vacío producido en nuestro estomago tras todo el día”. “A su vez, esta ingesta tendrá una mayor asimilación, ya que el organismo se prepara para volver a estar horas seguidas sin comer y asimilará mucho más todo lo que comamos”, explica. Como recomienda Verónica Chazín, “el día de la fiesta y los días previos lo mejor es seguir con nuestra alimentación equilibrada y nuestras comidas habituales'.
5._“Hay que evitar el picoteo mientras estamos cocinando, ya que de esta forma no nos esperamos a comer estos manjares sólo en el momento de la cena ni nos reservamos el placer de disfrutarlos durante la celebración y en compañía de la gente”, dice la nutricionista. Para el aperitivo esta coach recomienda escoger aquellos alimentos que tengan menos calorías. “Si eres tu quien prepara la comida navideña apuesta por un aperitivo light a base de alimentos con pocas calorías como gambas, almejas, gulas... y evita aperitivos tipo embutidos ibéricos, chorizo, quesos en general, aceitunas... que aportan más calorías”, apunta.
6-_¿Repites de todo lo que hay o comes y saboreas lentamente, alargando el placer de cada bocado para no tener la necesidad de repetir? Ésta es la pregunta que nos hace Verónica Chazín, experta en coaching nutricional. “Comer despacio y masticando bien hará que tomes menos cantidad de alimento y que picotees menos, además de contribuir a una mejor digestión”, dice. “Aprovecha esta ocasión para conversar y disfrutar también de la compañía de los tuyos en lugar de centrar el placer únicamente en comer”, añade.
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