COMO ESCOGER EL VINO PARA LA COMIDA DE NAVIDAD I
Embutidos
- El jamón ibérico se debería de acompañar con manzanilla o fino, pero también podremos meter un vino tinto con poco de cuerpo. Lo único que es seguro es que al jamón no lo podemos acompañar de vinos blancos.
- Casi todos los embutidos van muy bien con los vinos tintos de crianza.
- Los pates de carne se acompañan con vinos con cuerpo.
- El foie lo debemos de maridar con vinos ligeramente dulces y con gran acidez o con secos que tengan una acidez lo suficientemente elevada para arrastrar la grasa.
Aves
- Con un asado de pollo, la guarnición marca un poco el maridaje, puesto que este ave es un poco neutra. Pero siempre lo acompañaremos de tintos más o menos potentes.
- El pato necesita un blanco fresco y con acidez para que pueda con la grasa de su carne.
- Cuando a las aves las acompañan con salsas agridulces o dulces, podríamos optar por algún fondillón.
- Cuando hablamos de aves de caza, como la perdiz, deberíamos acompañarlas con vinos tintos no muy potentes.
Carnes blancas
- Cuando hablamos de ternera podríamos ir desde blancos potentes con madera, hast, los tintos jóvenes y ligeros.
- Si acompaña las carnes con salsas de nata, podríamos buscar algún vino blanco con cuerpo y potente.
- El cerdo blanco necesita vino una elevada acidez, como tintos del bierzo o blancos de viura.
Carnes rojas y caza
- Cuando hablamos de estofados debemos buscar vinos tánicos con gran aroma.
- Las elaboraciones de parrilla o asadas deben ir con vinos tintos crianzas.
- El cordero lo podemos acompañar con vinos de tempranillo.
- La caza mayor necesita vinos con cuerpo y con media crianza.
Quesos
- Quesos azules con tintos duros, con cuerpo, pero poco tánicos. Pero también podríamos acompañarlos con vinos de Oporto.
- Quesos de cabra con blancos secos y frutales.
- Pasta blanda y enmohecida, blancos con cuerpo y tintos jóvenes.
- Pasta prensada acompañada con tintos ligeros con crianza.
- Pasta cocida acompañada de vinos blancos suaves pero muy aromáticos.
Postres
- A priori se debe de tener en cuenta el dulzor del postre para así decidirnos por el vino. Otro de los factores a tener en cuenta debe ser la textura o la “temperatura”, o lo que es lo mismo, helados o semifríos.
- También tenemos que ver la textura, puesto que no es lo mismo unas natillas que una tarta.
- Aunque, siempre debemos de tirar por los vinos dulces que nos recuerden a fruta, que sean frescos y con buena acidez.
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